Seguramente, todos nosotros hemos jugado alguna vez al juego de “los barcos” o, en su caso, al comercial juego de “Hundir la flota” (desconozco la denominación de este juego en otros países). El juego es muy fácil de jugar y las reglas son muy sencillas de aprender. Únicamente se necesitan dos personas para pasar un rato entretenido y jugar porque el único material que hace falta es lápiz y papel. Una vez distribuida la flota de barcos, uno de los jugadores le dirá al otro las coordinas de su disparo y el segundo contestará “tocado” o “hundido”, dependiendo si el primero ha acertado las coordenadas en la que hubiese un barco. Sencillo, ¿verdad?.
Pues parece que en este país a algunos les encanta hacer uso de este bonito juego lanzando cargas de profundidad o enviando torpedos a la línea de flotación para hundir al adversario. Como habrá adivinado el lector, me estoy refiriendo a todos los supuestos casos de corrupción que asolan a España, desde el caso Bárcenas hasta el caso de los EREs de Andalucía, pasando, cómo no, por el caso NÓOS. Todos los que están envueltos en estos asuntos (hay que decir que no son estos tres casos los únicos que hay) se empeñan en atacar a la otra parte mientras que esta última da mensajes muy ambiguos para la ciudadanía que, poco a poco, pierde día a día la confianza de los representantes elegidos para dirigir el país en las pasadas elecciones generales de 2.011. Y no es que pretenda pedir dimisiones en este depósito virtual, en absoluto, pero cuando me tratan como a un imbécil... Me dan ganas de pensar que “todo está atado y bien atado” (frase atribuida al dictador Franco).
Con todo lo anterior, pienso que la valoración que se hace fuera de nuestras fronteras es, si no nefasta, sí delicada. La situación que atraviesa el país no es precisamente boyante aunque nos digan que se está viendo la luz al final del túnel (¿será un tren que viene de frente?). En los casos que afectan, por un lado, al partido del gobierno y, por otro, al principal partido de la oposición, es necesario que los dos líderes den explicaciones sobre los asuntos de presunta corrupción que hay en sus partidos. Pero, por favor, y esto lo dirijo especialmente al presidente del gobierno de España, que den la cara y no detrás de un televisor de plasma y sin someterse a las preguntas de los medios de información. La ciudadanía quiere de una vez transparencia y no las artimañas que se han visto desmontadas una tras otra. ¡Señores, que se trata de nuestro país y no de intereses particulares! ¿Otro caso Filesa? Quédense calladitos y que actúen los jueces con contundencia extrema.
DIMES Y DIRETES
- "Y debemos de recordar que el Ministerio Fiscal está sometido a la jerarquía y, por tanto, es el Ministerio de Justicia y el Gobierno de España el que ha solicitado la prisión incondicional” (de Bárcenas). Lo dijo Matilde Asian, diputada del Partido Popular por Las Palmas. Parece que esta diputada desconoce que el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial son independientes. En un país serio, esta señora hubiera dimitido de su cargo, pero como se decía en tiempos pretéritos, España es diferente. ¿Recuerdan aquello de “Europa termina en los Pirineos”? Pues eso.
- "“Yo ya me eché las manos a la cabeza hace muchos años y pagué las consecuencias”. Lo dijo el exjuez Baltasar Garzón, quien fue instructor del caso Gürtel.
¿Y ahora? Pues nada, les invito a jugar a “Hundir la flota” (pica aquí).
Hay que tener buena memoria
después de haber mentido.
Pierre Corneille (1606-1684) Poeta y dramaturgo francés.
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