domingo, 9 de febrero de 2014

Caso Gürtel: cinco años después.

Se cumplen cinco años desde que se destapara la trama de corrupción política conocida como Caso Gürtel.

He aquí un vídeo que hace historia de una sinrazón: el juzgador juzgado.


Estimadas y estimados señoras y señores jueces: este país quiere, de una vez por todas, escuchar el sonido de la guillotina, eufemísticamente hablando. Son años de corrupción dentro del ámbito político y la justicia debe ser impartida con equidad pero con mano dura, muy dura. Señorías, es intolerable que en un país que se llama democrático y presume de ello, existan miembros del gobierno que han delinquido y no se les haya juzgado porque sus delitos han prescrito o, en su defecto, jueces que se vendan a intereses partidistas. Es obligación del poder judicial, si es que quienes integran ese poder tienen un poquito de decencia, que insten al gobierno a cambiar determinadas leyes para que en este país sea impartida lo que debe ser una justicia eficaz. En el caso que nos ocupa, el Caso Gürtel, el único condenado ha sido el primer juez que instruyó el caso.

Poner patas arriba a una organización 
tan compleja como la red Gürtel es muy difícil.

Baltasar Garzón (26-10-1.955), primer instructor del Caso Gürtel,
exmagistrado de la Audiencia Nacional, condenado en febrero de
2.012 a 11 años de inhabilitación y expulsado de la carrera
judicial por el Tribunal Supremo por las escuchas a los 
cabecillas de la trama corrupta que investigaba. 

miércoles, 5 de febrero de 2014

Asamblea en la carpintería.

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.
El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo. Dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición que fuera expulsado el metro, el cual siempre estaba midiendo a los demás según su medida, como si fuese el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un bonito mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó su deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra es serrucho y dijo:
.
- Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos.
.
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron un equipo capaz de producir muebles de calidad y estaban orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
¿No ocurre lo mismo con los seres humanos? Observa y lo comprobarás. Cuando el ser humano busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, cuando tratamos con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es ahí donde florecen los mejores logros humanos.
Es fácil encontrar defectos. Cualquier tonto puede hacerlo. Pero encontrar cualidades... Eso es para aquellos que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.

Mi trabajo no es hacérselo fácil a la gente. 
Mi trabajo es hacerlos mejores. Es juntar de 
diferentes partes de la compañía, limpiar las vías
 y obtener recursos para los proyectos clave.

Steve Jobs (25-2-1.955, 5-10-2.011), cofundador de Apple